Como si nada llorase en el monte

Portada Como si nada llorase en el monte

Ángeles Alemandi

Género: novela

Publicación: agosto 2024

Encuadernación: tapa blanda

Tamaño: 19 x 13 cm

Páginas: 156 páginas

ISBN: 978-987-3897-54-2


sobre el libro


En un pueblo silencioso y seco de la geografía argentina una niña nace y llora. Es un llanto sin medida, como venido de una furia ancestral que revuelve los nervios de su madre que nunca volverá a ser quien era. Nadie, nada volverá a estar tranquilo. ¿Es la niña quien lo cambia todo?

Como si nada llorase en el monte, es una pieza literaria notable en la que las imágenes nos sumergen en paisajes familiares que se vuelven extraños, donde las relaciones interpersonales se desarrollan de manera sensible en sus distintas capas: de jerarquías, de género, de edad, de saber. La voz narrativa logra un ritmo sostenido que puede contar los hechos sin apartarnos de la acción para dar explicaciones ni describirnos nada por fuera de lo que está sucediendo.

Ángeles Alemandi compone un mundo y una lengua para contarlo, y consigue hacerlo con una sofisticación tranquila, lejos de las pretensiones altisonantes de las modas y el mercado. Celebro la aparición de esta novela que sin dudas será inolvidable, y espero ansiosa los futuros libros de esta autora brillante.

Carla Maliandi


sobre LA autorA


Ángeles Alemandi
Licenciada en Comunicación Social (UNER), Diplomada en Escritura Creativa (UNTREF). Publicó crónicas narrativas en Orsai, Anfibia, Espacio Angular, Relatto, ElDiarioAr, entre otros. Finalista del concurso Crónicas Interiores en 2014, del Premio Leamos en 2018 y del Crónica Patagónica en 2019. Becaria del Fondo Nacional de las Artes. En 2020 publicó Rally de santos (La parte maldita). Es una de las autoras de Criaturas fenomenales. Antología de nuevas cronistas, editado en 2023 por La Caja Books. Integra la Fundación de Periodismo Patagónico.


Fragmento


“—¿Cómo se llama? —insiste la chamana.
—No sé —dice la mujer.
—Necesita un nombre —dice de pronto la chamana, agitada por correr tras ella. Lo dice con firmeza, con la misma seguridad con la que un médico diagnostica luego de contemplar una placa. El llanto de la niña alcanza una potencia que aunque nadie podrá probarlo nunca, atraviesa la primera capa de la atmósfera. En ese instante, en el pueblo, todos lo escuchan”.